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EL CINE

Durante la guerra comenzó a aparecer el tango en filmes argentinos.
En 1915 se estrenó “Nobleza gaucha” filmado en parte, en el cabaret de Buenos Aires Armenonville.
En 1916 “Flor de durazno”, la película muda en la que Carlos Gardel aparecía vestido de marinero.
En 1917 “El tango de la muerte”, la primera película dedicada por completo al tango llamada.
1921, después de la guerra, Rodolfo valentino actuó en una adaptación de la novela de Blasco Ibáñez, “Los cuatro jinetes del Apocalipsis” con Rodolfo Valentino, donde aparecía como un gaucho con poncho azteca y sombrero andaluz bailando el primer tango made in hollywood. Luego en 1922 actuó en “Sangre y arena”.
El estilo de Valentino era considerado exagerado por los adeptos al tango y nunca terminaron de aceptarlo.
En 1933 la película ¡Tango! , de Luis. J. Moglia Barth se exhibió y se hizo famosa porque José Ovidio Bianquet El Cachafaz baila allí “El entrerriano” además de importantísimas cantantes y orquestas.
1932 “Los tres berretines"
1933 "Dancing"
1934 “Idolos de la radio”
"El conformista" (Bertolucci) historia de 1930 donde bailan juntos los del mismo sexo.
1977 “Valentino” del director británico Ken Russell.

En la actualidad es común que encontremos escenas con Tango en una película .

EL APORTE TECNOLÓGICO

El fonógrafo ya existía desde antes de 1900, lo cual contribuyó notablemente en la evolución del tango aunque los primeros éxitos discográficos se produjeron recién en 1913.

1903 aprox. "El choclo" de Angel Villoldo,
1905 "Don Juan" de Ernesto Ponzio
"La Morocha" de Enrique Saborido (fue el mayor éxito de la época y llegó a vender 100.000 discos cuando lo que vendía un tango para piano era 20 ó 30.000).

Con la aparición del micrófono se modificó la composición de las orquestas que ya no tuvieron que agregar instrumentos para lograr más volúmen en los grandes bailes, como en carnaval.

Aparecen los concursos musicales, en especial los que organizó la discográfica Odeón entre 1924 y 1930, que eran transmitidos íntegramente por radio y, los ganadores, además de grabar sus discos eran los más solicitados para tocar en los cines como acompañamiento de las películas mudas.

Con las películas mudas, hasta el cine más modesto contrataba al menos a un pianista. Cuando podían contratar sextetos típicos, tríos o cuartetos, mucha gente iba a los cines para escuchar a sus músicos favoritos.

Con la llegada del cine sonoro se redujo la posibilidad de trabajo para las orquestas y los sextetos de tango.

La primer película sonora que se estrenó fue “La divina dama” en 1929.

TRADICIONALISTAS Y EVOLUCIONISTAS

En la búsqueda por conquistar al público y seguir avanzando socilamente, surgen 2 géneros con estructura y estilos propios. La escuela tradicional y la evolucionista.

En la tradicional daban mayor importancia al ritmo, y hacían un tango mucho más bailable. Entre sus miembros estaban Roberto Firpo, Francisco Canaro, Francisco Lomuto, Anselmo Aieta, Edgardo Donato Roberto Zerrillo y Juan de Dios Filiberto.


Los evolucionistas se proponían perfeccionar el tango mediante el estudio de la melodía, la armonía y técnicas interpretativas buscando crear un tango más refinado y más complejo, sus miembros eran Julio de Caro, Osvaldo Fresedo, Jan Carlos Cobián, Pedro Mafia y Cayetano Puglisi.
Además los evolucionistas eran partidarios del clásico sexteto de tango, en tanto que las tracicionales agregaban 3 o 4 bandoneones y 3 o 4 violines, además de otros instrumentos como clarinete, tambor, trompeta y el cornet-a-piston.

DECADENCIA Y TRANSFORMACIÓN

1912 señaló el comienzo del final de los años de apogeo liberal.

1930 señala el final de la era liberal como sistema de vida de nuestra sociedad.


No vienen capitales ni inmigrantes. La inmigración queda prohibida en 1932.


No se colocan productos primarios en el mercado europeo como en otras épocas.

El estancado ferrocarril inglés compite con el vehículo yanqui.
Los cupos de producción se regulan antes o se eliminan después para evitar la caída de los precios por superproducción.
Los sueldos de los campesinos caen y se produce una emigración hacia Bs. As. (entre 1939 y 1940).
Uriburu con su moralismo persigue a todas las formas de vida sospechosas y todo tipo de prostitución es castigado.
La aristocracia denuncia pactos con la plebe y se adquiere otra vez el exclusivismo hermético.


La plebe se avergüenza de si misma por no tener peso histórico, es despojada de sus pasajeros atributos de prestigio por su participación en el poder y termina el tiempo de expansión de la cultura vulgar y también el de su acceso a la universidad.

Este argentino humillado evita todo contacto con lo nacional, emblema de compromiso histórico que no soporta.
Con el cine sonoro las orquestas de tango son desalojadas de las salas entrando en cambio un enorme volumen de melodías norteamericanas que el pequeño burgués consume con tal de olvidarse del país vergonzoso que lo rodea. Acepta sin cuestionar, escucha sin criticar.
El tango deja de bailarse y es evitada toda actitud de aproximación vivencial con él.


Así como el ascenso y la plenitud coinciden con el auge del tango, la depresión y la inmovilidad históricas implican el repudio hacia el tango.

La plebe bailó tango cuando se sintió con derecho a ocupar un sitio en el orden de la sociedad o como festejo apoteótico por haberlo adquirido. Lo bailó también cuando actuó como clase y en la pista se muestraban todos haciendo lo mismo.
Esta doble bailabilidad del tango condiciona todo lo demás: la existencia de un tango para el momento histórico que se da, la creación de escuelas, la estetización, la restauración crítica o la renovación.
El impasse, la rutina, la arqueología, la reiteración estéril son caracteres de períodos depresivos, como la inicial mishadura posterior al 30.

La excepción son las letras de Discépolo y solo lo baila algún sector marginal.
Cultura de masa por definición, el tango muere naturalmente por falta de público.

Las grandes orquestas se alejan del ritmo milonguero original en que nació el estilo, transformándose en melódica internacional con, por ej. De Caro.
Canaro abandona la música bailable casi por completo, transformándose en un músico de teatro. Fresedo sobrelleva su tradición con el tono de solemnidad típico de las exequias, Bazán, Firpo, Poncio y Maglio cultivan la arqueología.

La crisis de la balanza comercial obliga a iniciar la producción local de productos industrializados, con lo cual la industria comienza su desarrollo.

Burgueses y proletarios tienen entonces un interés común, que los mercados internos se expandan para poder vender aquí sus productos.
Las alianzas se estructuran de un modo nuevo: la burguesía con el proletariado y la aristocracia con algunos sectores de las clases medias.
La masa visible del orillero es obrera, “cabecita negra” y las clases medias quedan al margen del proceso ocupando los roles que habían conquistado en la época liberal, en el campo de la cultura y en las profesiones liberales, o sea que fueron formadores de ideología liberal.
Mientras tanto el fenómeno toma fuerza.


El tango como música sobrevivió como pudo y a partir de 1935 comienza un nuevo período de auge del baile.
La alianza de burgueses y proletarios (cabecitas negras) tienen en común la necesidad de asumir corporalmente un baile emblemático. La burguesía porque le faltaba tradición y la plebe por falta de formación. La clase media culta de los músicos de siempre es la que retoma el interés.
A ésta altura ya se había experimentado todo y queda un solo recurso estético, la evocación. Formas, ambientes, personajes del origen son evocados.


En la década de 1930 Argentina, como casi todo el mundo, aunque menos que Estados unidos y Gran Bretaña sufrió las consecuencias de la Depresión. Un gran número de trabajadores emigran del interior hacia Buenos Aires, serán los "cabecitas negras" que apoyarán a Perón.

La crisis por la depresión por un lado y la corrupción e ineficiencia de la administración de H. Irigoyen (1919.1922 y 1928-1930) precipitaron el golpe militar del 6 de noviembre de 1930 en que asume José F. Uriburu quién luego llama a elecciones y en 1932 asume Agustín P. Justo quien se mantuvo en el poder hasta 1943 en que se produce otro golpe militar.

No obstante todos los problemas que se vivían en la década de 1930, hubo en Buenos Aires una gran evolución, se inauguraron las diagonales Norte y Sur con bailes en las calles, en 1936 también de la misma forma se conmemoraron los 400 años de la fundación de Bs. As., se inauguró el obelisco, de 72 mts., y en 1937 también la ancha y espléndida Av. 9 de Julio; todo lo cual también era reflejado por letras de tango. El protagonista de “Anclao en París” de E. Cadícamo, exclama: “y un juego de calles se da en diagonal”.

La década de 1930 fue una transición hacia el 2do. gran período de la edad de oro.
El sexteto típico va desapareciendo en tanto que los directores de orquesta de ambas escuelas, tanto evolucionista como tradicional, agrandaban sus conjuntos. Hacia 1932 Fresedo incorporó instrumentos de sinfónica como vibráfono, viola, violonchelo, algunos instrumentos de percusión y arpa, en 1936, de Caro incorporó instrumentos de viento y F. Canaro (tradicionalista) incorporó trompeta y cornet-à-pistón. Se hacían arreglos a los tangos para ser interpretados por conjuntos más grandes.
D’arienzo, de 1934 en adelante, representante de la escuela tradicionalista, y que a diferencia de la mayoría de los artistas de tango procedía de la clase alta, con su orquesta consiguieron que quienes escuchaban tango volvieran nuevamente a bailarlo. Lograron un verdadero punto de inflexión al llevar el tango de los cafés y los cines a los pies de los bailarines.

Otra figura clave fue Angel D’agostino, amigo, vecino y colega de D’arienzo y uno de los principales pianistas del género, quién se proponía hacer un tango que se pudiera bailar aunque le daba también importancia al cantante. Ángel Vargas, comenzó a cantar con él en 1932 y como también respetaba el ritmo fue una sociedad ideal para bailarines de tango.

Carlos Di Sarli, si bien recibió influencias de Fresedo, sacó un sonido completamente diferente de su soberbia orquesta, subrayando la melodía sin sacrificar el ritmo.
En 1937, aparece A. Troilo, quién fue el mejor bandoneonísta que tuvo el tango y quién, después de haber tocado en varias orquestas, forma su propio conjunto. Fue muy criticado al tocar con variaciones “La cumparsita” aunque luego fue ovacionado y al año siguiente incorpora A. Piazzola quién estará a cargo de los arreglos musicales y seguirían juntos durante 16 años.

En la década de 1930, el tango formaba parte de la cotidianeidad gracias al espíritu nacionalista que se manifestaba en lo político. Las películas argentinas así como los filmes que hizo Gardel en Francia y Estados Unidos ayudaron a difundir el tango por América latina y España.

El renacimiento del tango como danza demandó cambios en la orquestación, era necesario enriquecer la interpretación con armonía y contrapunto. En 1940, las orquestas, tanto en la escuela evolucionista como en la tradicional, habían incorporado un arreglador.

Los bailarines, en la década de 1930, competían para ver quién era el mejor.
En la década de 1940, 3ra. y última década de la edad de oro, el tango estaba en la cima de la popularidad, estaba presente en salones, dancing, cabarets, clubes sociales y deportivos, y clubes de fútbol y había cientos de orquestas de tango, cada una con su propio estilo.

Se bailaba en los clubes de barrio, si era posible se contrataba a un conjunto y sino, se utilizaban discos; en los grandes estadios se bailaba incluso debajo de las tribunas y en ocasiones especiales, con música de una gran orquesta. A veces se reunía tanta gente que los bailarines apenas tenían lugar para bailar.
Los cafés de la Av. Corrientes atraían a las mejores orquestas y cantantes de tango. Había tres sesiones: matinée, vermouth y noche. Los hombres iban a diario a tomar algo y a escuchar tangos; la clase trabajadora iba temprano, la clase alta por la noche.

En la década de 1940 asume Perón como presidente (1946 - 1955) y su influencia fue difusa. Discépolo lo apoyó abiertamente, H. Manzi fue expulsado del partido radical por manifestar su entusiasmo, en tanto que Libertad Lamarque luego de su enfrentamiento con Evita continuó su carrera en México. En general los músicos, tal como era tradicional en el negocio del espectáculo evitaban situaciones incómodas y Perón mismo, conciente de la popularidad del tango se fotografiaba junto a los artistas.
En 1949 levantó la censura que desde 1943 sufrían las letras.

LAS LETRAS

Los primeros tangos fueron improvisaciones que, en general, no se ponían por escrito; hacían referencia a los próstibulos y su léxico era obsceno.
Al principio las letras eran alegres y bastante simples y recién en 1910 con P. Contursi las letras de tango adquirieron una forma definitiva.
Los temas referían a arquetipos como el compadrito con su entorno de mala vida, nostalgias por la casa de la infancia, la madre idolatrada, el amor desgraciado, pobreza, melancolía, fatalismo. Es una poesía urbana y refleja la problemática urbana, incluyendo expresiones del lunfardo, en especial a partir de 1920.


En la década de 1930, después de la gran depresión de 1930, surgen temas de tono crítico en cuanto a la problemática social como “Pan” de Celedonio Esteban Flores, escrita en 1932, que trata sobre la queja de un hombre porque su familia no tiene que comer; “Al mundo le falta un tornillo” de Enrique Cadícamo. Si bien muchas de las letras de Tango hoy son anacrónicas, Discépolo con su tango descreído, que habla de desilusión, mantiene su vigencia. Cambalache es considerado por los tangueros casi su himno nacional.

Dijo Discépolo: “El tango es un sentimiento triste que se baila”.

CENSURA:
En 1929, el ministerio de Marina (el más conservador de todos) prohíbe 3 tangos de protesta: Cambalache, Chorra y Quevachache.
En 1943 por imposición del gobierno militar desaparece el lunfardo de las letras de tango y ésta censura duró hasta 1949.

EL CANTOR

Con Gardel se inicia un nuevo estilo. El canta tango con acompañamiento de guitarra.

A quienes cantaban con acompañamiento de orquesta se los llamaba estribillistas o chansoniers y desempeñaban un papel muy secundario.

Recién en 1940 se incorpora el cantante a la orquesta. El puente entre estribillista y cantante fue Francisco Fiorentino(1905-1955) quien se sumó a la orquesta de Aníbal Troilo entre 1937 y 1944.

En la década de 1940 el cantante era la clave del éxito de una orquesta, tanto que la gente solía detener el baile para escuchar cantar.

Otras uniones notables fueron Roberto Chanel con O. Pugliese, Alberto Marino con A. Troilo, Floreal Ruiz con A. Troilo, Alberto Castillo con Ricardo Tanturi. Roberto Rufino con Carlos Di Sarli en 1938 y en 1947 a la orquesta Francini-Pontier.
R. Goyeneche (1926-1994) de la generación que sigue a la de Rufino grabó más de 100 discos.

Las mayoría de las letras de tango fueron compuestas por hombres, para ser cantadas por hombres y la mujer que las interpretaba, cantaba tal cual habían sido escritas, puesto que si cambiaba el género, se alteraba la rima, y por ésta razón la mujer muchas veces cantaba vestida de hombre.

Azucena Maizani fue la principal cancionista de la década de 1930 y, si bien la mayoría de los músicos eran varones hubo también mujeres. La bandoneonísta Paquita Bernardo era, según dijo Gardel, la única mujer que ha dominado el taura del bandoneón, y en 1921 presentó su sexteto en el palco del bar Domínguez.